Parcial Domiciliario

 

Martin Parr para House of Holland (2015)

SIGNIFICADO DENOTADO:

En la fotografía se puede observar que la escena transcurre a la salida de un café (por el cartel por encima de la puerta) de bajo presupuesto. Se puede observar como figura principal al muchacho joven de la derecha, vestido con un conjunto de campera y jean de denim, y de una estética muy pulcra como la pared blanca donde está apoyado. A la izquierda de la imagen se puede ver a un hombre avanzado de edad vestido con una especie de mameluco azul, anteojos y llevando en los brazos comida en cajas de telgopor y cartón.

SIGNIFICADO CONNOTADO:

POSE.

Tomando de la expresión corporal del muchacho podemos decir que es de superioridad, confianza, desafiante. El muchacho está parado, apoyándose solo con su espalda en la pared y con las manos en los bolsillos, esto demuestra una actitud de confianza, superioridad, pero también le da un aire juvenil y me remite a los matones de películas como “Grease” donde no sólo daban actitud de malo de la película, sino que tenían estilo. Su mirada hacia la cámara con los ojos entrecerrados, da la impresión de amenaza, desafiante a la cámara, como de estar desafiando a quien lo mira o al que toma su foto.

Por otro lado, el hombre de la izquierda presenta una actitud más humilde debido a su postura encorvada y desganada un poco escondida detrás de las cajas de comida y la puerta. Su expresión facial es de desentendimiento de la escena misma (ceño fruncido, cabeza inclinada hacia un lado y levemente boquiabierto) mirando al muchacho que parece desencajar en ese mundo con desconfianza mientras sostiene con su mano izquierda lo que supone ser su comida.

OBJETOS.

El objeto que llama más la atención es el punto rojo por encima de la cabeza del modelo, lo que parece ser o una campana o una manguera enrollada. Pero lo que más me interesa es que llama la atención instantáneamente al ver la fotografía y guía nuestra mirada hacia el cartel de “CAFE” y al muchacho como recorrido. También parecería que se forma un signo de exclamación con el punto y l muchacho llamando más todavía la atención del espectador. El segundo objeto que más llama la atención, es el cartel rotoso que dice “CAFÉ”, lo que nos da una impresión inmediata del lugar en el que nos encontramos, no sólo por la palabra descriptiva en sí, sino por el hecho de estar partido en la parte inferior y las manchas de óxido de los tornillos alrededor del mismo que dan la impresión de descuidado y viejo que también lo podemos encontrar en las tejas marrones saltadas y desteñidas del techo, lo que contrasta con la pared blanca y pulcra en donde se apoya el muchacho. En cuanto a la vestimenta, la del modelo a la derecha es de una calidad de diseñador de modas, siendo de un denim limpio, con aspecto a nuevo, con detalles en fluorescente haciendo juego con las medias; también viste unos zapatos de vestir dando la impresión de que lo que tiene puesto fue pensado para dar a entender cierto criterio estético y estatus social que contrastan con el del hombre de la izquierda. Este hombre viste un mameluco azul (del mismo color del denim, dando la impresión de que en algún punto ambos personajes son parecidos; los dos hombres en diferentes etapas de la vida), que no le sienta bien a su cuerpo, es holgado, de color poco favorecedor y zapatos negros comunes. Esto demuestra no sólo no elige su prenda de trabajo sino también que su trabajo tiene que ver con tareas físicas o que son propensos a ensuciarse. También el uso de los anteojos demuestra que está avanzado de edad. Las cajas que sostiene el hombre (de telgopor como de comida rápida y cartón como pizza) saliendo del café demuestran su nivel socio-económico. Al mismo tiempo, la puerta por la que sale es una puerta vieja y oscura que tiene que ver tanto eso como el señor y las cajas junto con el cartel de café.

FOTOGENIA.

La luz utilizada en la escena es una luz muy blanda, casi parece la de un día nublado, general y que no permite altos contrastes, sino que predominan los tonos medios y de alta exposición en los blancos y objetos por fuera del bar incluyendo la piel y la ropa del muchacho. También, debido a la predominancia de los tonos neutros como el blanco, sobresaltan loa colores llamativos de la ropa del muchacho, el círculo rojo y un poco la vestimenta azul del hombre, lo que conforman los focos de la imagen. Sin embargo, sí se nota un pequeño contraste con los tonos oscuros y las sobras de la puerta y el interior del bar, las tonalidades de la ropa del hombre y las tejas. Esto vuelve a la diferenciación entre el idealismo pulcro, estético y divertido y la realidad opaca, poco atractiva y trabajosa. La diferenciación para el espectador es casi imperceptible hasta que comienza a preguntarse por qué está ese hombre allí y qué está haciendo. El encuadre es un encuadre vertical, (que le da importancia a la figura esbelta del muchacho) y es general, lo que deja ver no sólo la figura sino el contexto (el hecho de que la foto haya sido tomada en la salida de un bar

ESTETICISMO.

Por la alta exposición de blancos, predominantes tonos medios y saturación de ciertos colores llamativos estratégicamente posicionados hacen alusión a las imágenes de publicidades, en as que sólo lo importante o llamativo se destaca en un fondo neutro o de poco interés.

SINTAXIS. (1er grado)

Esta imagen contiene una sintaxis alotópica ya que separa el mundo real (representado por el señor, la puerta, el cartel), donde el paso del tiempo existe y donde no todo es perfecto ni fotografiable o digno de llamarse “bello”, como sí lo es el muchacho. Entiendo que la ambición del fotógrafo es representar un ideal de cliente. Teniendo en cuenta que el trabajo de Martin Parr se basa en tomar los prejuicios de la sociedad y darles un giro, como espectador también podría hablar de una diferenciación entre los personajes más cultural. Entre aquel joven que consigue un trabajo muy bien pago por su belleza, por como luce, es decir lo superfluo y aquel hombre de clase trabajadora cuyo oficio muy probablemente demande de esfuerzo físico y una paga mínima. Se pueden ver dos realidades socio-culturales diferentes en una imagen rompiendo con el estereotipo de que sólo se debe mostar lo aceptado o bello en una fotografía que representa la realidad.